- Sector
Industrial
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Dentro
de la estructura industrial de la ciudad se
destaca la presencia de un conjunto de grandes
empresas vinculadas básicamente a la
actividad petroquímica, agroindustria
y de refinerías de petróleo
que, si bien conforman un número reducido
de establecimientos, revisten una importancia
relativa muy significativa ya que en conjunto
participan en más de 65% del valor
de la producción industrial local.
Se trata además del grupo de empresas
más dinámico del sector, situación
que se refleja en los últimos años
a través del considerable aumento del
valor de su producción, así
como de las ventas y exportaciones.
Las recientes inversiones realizadas y aquellas
que se están llevando a cabo por importantes
empresas en el área industrial-portuaria,
que en conjunto se acercan a los US$2000 millones
representan, por su magnitud y características,
un proceso acelerado de industrialización
inédito en la ciudad, que será
un elemento dinamizador de la economía
bahiense. Los principales proyectos que han
sido realizados recientemente y que se concretarán
próximamente son:
·
Ampliación de la planta de etileno
existente de PETROQUIMICA BAHÍA
BLANCA y construcción de una nueva
planta con capacidad de producción
de 425.000 toneladas anuales y una inversión
de U$s 320.000.000
· Ampliación de la planta
de polietileno POLISUR a fin de incrementar
su producción de 270.000 toneladas
anuales a 360.000 toneladas anuales, con
una inversión estimada de U$s85.000.000.
construcción de una nueva planta
por medio de una inversión estimada
de U$S 150.000.000 que tendrá una
capacidad de producción de 270.000
toneladas anuales.
· Ampliación de la planta
de soda cáustica de INDUPA que
permitirá incrementar la producción
de 104.000 toneladas anuales a 184.000
toneladas anuales. La inversión
requerida es de U$s 34.500.000. ampliación
de la planta de cloruro vinilo monómero,
por la cual la producción anual
pasará de 150.000 toneladas a 210.000,
a través de una inversión
aproximada de U$s 31.000.000. ampliación
de la planda de PCV y mejoras tecnológicas.
· PROYECTO MEGA: construcción
de una planta fraccionadota de gases licuados
con una producción prevista de
530.000 toneladas anuales de etano, 360.000
toneladas anuales de butano y 200.000
toneladas anuales de gasolina estabilizada.
El proyecto en su conjunto demandará
una inversión de U$s 470.000.000,
de los cuales U$s 165.000.000 se efectivizarán
en Bahía Blanca y el resto en una
planta separadora de gases naturales en
Neuquén y en el tendido de un poliducto.
· PROFERTIL: construcción
de una planta productora de fertilizantes
nitrogenados con una capacidad de producción
de 1.100.000 toneladas anuales y una inversión
de U$s 500.000.000.
· EG3: ha realizado la ampliación
y remodelación de unidades destiladoras
de petróleo que supuso una inversión
de U$s 50.000.000. EG3 Asfaltos ha construido
una planta de oxidación de asfaltos,
una planta de producción de filme
de polietileno y una planta de producción
de membranas asfálticas.
· TRANSPORTADORA DE GAS DEL SUR:
ampliación de sus instalaciones
de producción de etano, gas licuado
de petróleo y gasolina, y de almacenaje
.
· CARGILL ha construido en la zona
portuaria una planta elaboradora de malta,
una terminal cerealera y muelle, y una
planta elaboradora de aceite, que supusiceron
una inversión total de aproximadamente
U$s 100.000.000.
La
implementación de los proyectos anunciados
permitirá que la ciudad de Bahía
Blanca adquiera un rol destacado dentro
del escenario industrial nacional, que deberá
ser considerado tanto por su posicionamiento
en este ámbito, como por su capacidad
de adquirir proyección en la escala
internacional. La importancia de estos proyectos
de expansión y radicación
de nuevos emprendimientos, junto con la
puesta en marcha de la Zona Franca Bahía
Blanca-Coronel Rosales sin duda constituyen
los elementos sobre los cuales se basa el
cambio en las expectativas acerca del futuro
económico de la ciudad.
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Con
respecto a la demanda de mano de obra originada,
durante la etapa de construcción,
que comenzó en 1997 y se encuentra
transitando sus instancias finales, se generaron
aproximadamente 6.800 puestos de trabajo
temporario, considerando solamente los cuatro
proyectos más importantes, esto es,
Profertil, Petroquímica Bahía
Blanca – Polisur, Mega e Indupa. Estas
cifras superaron las previsiones realizadas
antes de comenzar el proceso, pues se estimaban
5500 puestos. Si bien esta ocupación
contribuyó a la disminución
de los niveles de desempleo y tuvo efectos
positivos sobre la dinámica de algunos
sectores en particular y del gasto en la
ciudad en general, su manifestación
reviste solamente un carácter temporal,
ya que durante el transcurso de 2000 terminaron
las obras más importantes de ampliación
y construcción.
Los impactos que este proceso puede originar
sobre la estructura productiva local en
el mediano plazo se vinculan a la generación
de nuevas demandas de bienes y servicios,
así como al incremento del movimiento
del transporte de cargas vial, ferroviario
y portuario. En este sentido, la posibilidad
de que exista un tráfico regular
para el transporte de mercaderías
generales es una situación que podría
originarse a partir del aumento en las salidas
de los productos fabricados por los grandes
emprendimientos industriales.
Estas oportunidades representan un desafía
para las empresas locales, por un lado,
las grandes empresas generan nuevas demandas
de servicios inmobiliarios, hotelería,
asistencia médica , mantenimiento,
vigilancia, transporte, servicios financieros,
catering, etc., algunos de los cuales ya
están siendo contemplados por empresas
locales que visualizan las nuevas oportunidades
y se están preparando para ello.
Además, se presenta la posibilidad
de “recrearse un efecto de aceleración
de la inversión inicialmente inducido
por los grandes proyectos”, que supone
el desarrollo de nuevos negocios, ya que
sea de aquellos relacionados directamente
con el funcionamiento de las grandes plantas
industriales, tales como proveedores y empresas
contratistas, como la oportunidad que pueda
surgir para desarrollar nuevas actividades
o bien aumentar la escala y la productividad
ya existentes.
En este sentido, es importante analizar
las características del conjunto
de las pequeñas y medianas empresas
de la ciudad a fin de explorar su potencialidad
para enfrentar un proceso de reconversión
y fortalecimiento de la industria manufacturera
local y poder aprovechar la mayor dinámica
que presentará la economía
local a partir de las inversiones en el
área industrial-portuaria.
El conjunto de pequeñas y medianas
empresas representa un universo caracterizado
por las actividades vinculadas a la industria
alimenticia, metalmecánica y procesamiento
de la madera principalmente. Del total de
establecimientos industriales, las pequeñas
empresas (5 ó menos empleados) son
las que tienen mayor presencia. El porcentaje
correspondiente a este grupo en el total
de empresas en nuestra ciudad (86%) es sensiblemente
mayor al registrado en el plano nacional
(72%).
El análisis del comportamiento de
las micro, pequeñas y medianas empresas
locales demuestra que:·
Se ha producido una involución de
la diversificación de la estructura
industrial entre ambos censos (1985-1994),
ya manifestada en el anterior período
intercensal. La participación en
el valor agregado de las actividades metalmecánica,
maderera y textil, que son los rubros más
significativos dentro de las pymes locales,
ha disminuido a favor de las grandes industrias
de capital-intensivo.
· Las empresas que se han creado
últimamente se instalaron en actividades
tradicionales y de poca tecnificación
, tales como panaderías, fábricas
de pasta y talleres metalúrgicos,
lo cual demuestra la baja capacidad innovadora,
así como la alta aversión
al riesgo y a la escasa posibilidad de acumulación
de habilidades competitivas. El hecho de
establecerse en rubros donde ya existe una
oferta considerable, ha contribuido además
a que la supervivencia se tornara más
complicada. De esa forma se explica la alta
tasa de mortalidad verificada.
· La estructura ocupacional de la
ciudad presenta un marcado predominio de
los empleos en el sector terciario debido
fundamentalmente al rol tradicional de Bahía
Blanca como centro comercial de servicios
de la región. Por otro lado, en muchos
casos, las actividades más jerarquizadas
dentro de una empresa no se localizan en
la ciudad. Estas circunstancias dan cuenta
de la debilidad local para generar un ambiente
con una marcada propensión empresarial
en su población.
· Si bien los niveles de ahorro privado
de Bahía Blanca son altos en comparación
con otras plazas similares del país,
no se manifiestan una corriente de inversión
de capitales de origen local de importancia.
Esto se evidencia en parte por la comparación
de los volúmenes de operaciones del
sector financiero local que demuestra que
los depósitos son sensiblemente superiores
a los préstamos, lo cual significa
que buena parte de los depósitos
hechos en la ciudad no se transforman en
préstamos para financiar el sector
productivo bahiense.
· Existen severas dificultades para
las pymes para acceder al crédito
bancario. Esta situación que ocurre
especialmente para aquellos que recién
se inician o pretenden iniciar una actividad,
surge a partir de los requisitos que imponen
las entidades bancarias, fundamentalmente
en cuanto a las garantías que se
exigen, que tornan restrictiva la utilización
del sistema financiero como alternativa
de financiación.
|
·
Con respecto a los mercados a los cuales
se orienta la producción bahiense,
se detecta que las pequeñas empresas
industriales presentan un radio de ventas
muy dependiente de la demanda urbana local.
Debido a ello presentan una alta exposición
a la evolución de las principales
variables socio-económicas del país
y la ciudad que han repercutido en una disminución
de la demanda local, principal segmento
demandante de sus producciones. Además
el proceso de apertura llevado adelante
desde principios de los ‘90s ha provocado
una fuerte competencia a nivel internacional
de productos que antes presentaban una demanda
cautiva y por lo tanto ha producido la necesidad
de readaptación de las empresas a
fin de disminuir costos y aumentar la eficiencia,
complicando de esta manera a aquellas con
dificultad para llevar a cabo este proceso.
· Se observa la existencia de un
escaso perfil empresarial en la población,
que se evidencia en la falta de innovación
– tanto de productos como de procesos
productivos – en las actividades industriales
que se realizan en la ciudad.
· Un porcentaje importante de los
emprendimientos llevados adelante en la
ciudad en el último tiempo ha sugerido
como respuesta a situaciones de desplazamiento
negativos (despidos, retiros voluntarios)
más que a decisiones voluntarias
basadas en detecciones de oportunidades
de mercado o en el aprovechamiento de conocimientos
y habilidades. Obviamente, situaciones como
éstas repercuten en la performance
de la empresa, y es plausible suponer que
los proyectos que surgen como consecuencia
de esta última causa presenten mayores
probabilidades de subsistir y crecer que
si lo hacen debido a la primera.
· Entre el conjunto de las grandes
empresas industriales y aquel conformado
por las pymes se verifican escasas relaciones
de complementariedad. Por un lado, la existencia
de industrias que procesen la materia prima
producida por las grandes empresas es prácticamente
nula. Con respecto a la provisión
de bienes y servicios requeridos por las
grandes empresas, se observa que éstas
adquieren muy pocos productos y servicios
a proveedores locales. Los bienes adquiridos
localmente no están relacionados
directamente a los procesos productivos,
sino que constituyen en general a materiales
auxiliares. Por su parte, los servicios
que se demandan en la ciudad se registran
básicamente en los rubros de mantenimiento
industrial, seguridad, transporte y otros
de tipo general, surgidos a partir de la
terceriarización de actividades por
parte de las grandes empresas. De esta forma
se observa que el aprovechamiento local
está conformado en su mayoría
por actividades escasamente especializadas
y además la relación entre
aquellos y las pymes locales se halla poco
desarrollada.
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Fuente:
Lic. ADRIANA TORRE |
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