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- RUTAS DEL FERROCARRIL
Por Arq. José María Zingoni

BAHÍA BLANCA ANTIGUA:
Las primeras noticias que tenemos de la bahía datan de 1.529, en la expedición de Magallanes, quién da nota de los "Bajos de arenas blancas". Durante los siglos XVII y XVIII, se hacen algunas menciones del lugar nombrándose como "Costas de Bajas, Río de los Sauces o Heyque Leuvú.

Diversas cuestiones políticas aceleran el avance por agua y tierra en la llanura bonaerense concretándose fundaciones que serán el germen de futuros pueblos. Entre ellas Bahía Blanca es de singular importancia, por su ubicación costera, por su apoyo a posteriores núcleos y asimismo por su trazado que contempla un fuerte estrellado y un pueblo ordenado.
El 11 de abril de 1.828, el Coronel Ramón Estomba, junto al Ing. Parchappe eligen el sitio y fundan la futura ciudad, inmediatamente se procedió a la delineación y construcción del fuerte. Con el tiempo se fueron amojonando las tierras circundantes. El plano del 11 de abril delineado por el agrimensor Joaquín Fernandez Pareja, muestra un pueblo situado hacia el oeste de la fortaleza, mientras que los planos posteriores nos ubican la traza hacia el norte, con la plaza hacia el noreste como en la actualidad.
Además del fuerte y las primeras casas precarias, se comienza en 1.835, la construcción del templo por decreto del Gobernador Rosas. Hasta 1.852, Bahía Blanca era un punto aislado y su comunicación con el resto del país era mínima y se realizaba principalmente por vía marítima. Por entonces, el poblado más cercano hacia el norte Tandil. Esto favoreció el desarrollo de actividades básicas en el orden local, situación que ha sido común a los pueblos de "avanzada". La zona, que presentaba tantas dificultades en cuanto a su arenoso suelo y su ventoso clima fue creciente. El sistema de mensajería para pasajeros y correspondencia venía a dar un nuevo impulso a la vieja carrera de postas de la provincia enlazando por tierra Bahía con Buenos Aires y Patagones.
Por entonces, el poblado no se extendía mucho de la plaza. El fuerte formaba el extremo sudoeste, y hacia el norte las quintas unían el centro con la orilla del Napostá. La plaza oficiaba aún de corral, por las noches.
En 1.856 llega la Legión Agrícola Militar, heredera de la legión Valiente que actuara en el sitio de Buenos Aires. Más de 350 soldados, muchos con sus familias, se hospedaron en el predio del actual Palacio Municipal. Con ellos, llegó una nueva modalidad de vida y hasta el uso de papel moneda particular, pero una epidemia de cólera redujo a menos de la mitad a toda la población, a tal punto que se hizo necesaria la habilitación de un nuevo cementerio.
En la misma época volverían los ataques de Calfucurá, que culminaría con el último malón del 19 de mayo de 1.859. Ello fue un duro golpe para los pobladores y motivó que varios emigraran.
En este año Pellegrini, realiza un informe en el que nos muestra una plaza en dónde sólo resalta el edificio de la Iglesia, siendo el perfil de las casas y del fuerte bastante poco interesante: sin embargo, habla de que será una ciudad floreciente. Lo que el Ing. Acotó sobre las ruinas de la Iglesia y de la escuela derivó en nuevos edificios.
Si bien es en 1.857 que Bahía Blanca cuenta con gobierno municipal autónomo, es en 1.865 en que aparecen con claridad los límites del partido. En 1.873 se gestiona ante el gobierno provincial la traslación del fuerte para su demolición a fin de poder extenderse en ese rumbo. Una parte del edificio de la Comandancia queda en pie y son alojadas allí algunas dependencias oficiales.
La década del ´80 será muy importante, asemejándose a lo que va se hará sentir en Bahía y es reflejada por varios censos.
La escuela, ya con veinte años, sigue siendo la única pero el pueblo figura entre los partidos que alcanza mayor grado de alfabetización. La fisonomía urbana va cambiando gracias a los 33 albañiles, así como a los seis hornos de ladrillo y las nueve herrerías y carpinterías.

LOS FERROCARRILES EN EL PAÍS:
Hasta treinta años después de la histórica inauguración del primer ferrocarril a vapor en Inglaterra (Liverpool a Manchester) no se comenzaron las obras en el país. El primer paso fue modesto y consistió en el tendido de 10 Km de Buenos Aires a Flores. Corría el año 1.857 y hasta 1.870 los contratiempos eran muchos. Por entonces, el panorama comenzaba a cambiar y hasta 1.880 se construyeron 800 Km en toda la república. Año tras año se hicieron nuevas prolongaciones. Al finalizar 1.910 se habían completado en la argentina 29.000 Km de vías ferroviarias y había en construcción unos 8.000 Km más. Por entonces sólo existían en el mundo 8 naciones que superaban este kilometraje y eran: Gran Bretaña, Estados Unidos, Alemania, Francia, Austria, Hungría, India y la población de Argentina frente a los demás Países.
Los ferrocarriles han tenido un rol fundamental en el desarrollo de gran parte del país. La Revolución Industrial acontecida en Inglaterra y llevada a delante en diversos países europeos imponía la necesidad de establecer un modelo agro exportador para los jóvenes países. Argentina se encontraba en inmejorables condiciones por la extensión y calidad de los territorios que poseía. Fue necesario promocionar la inmigración para atraer trabajadores, empresarios, profesionales y cuanta persona quisiera "Hacer la América".
Los ferrocarriles sirvieron no solo para recoger lo producido en los campos, sino que fue necesario poblar las diversas regiones para poder realizar esas tareas. Los puertos fueron claves a la hora de trasladar lo producido y entre el campo y el puerto fueron muchas las actividades que se hizo necesario crear. Industrias, comunicaciones, infraestructura, viviendas, recreación y diversos servicios fueron construidos por estas empresas a lo largo de cuarenta años. El modelo impuesto en el mundo por Inglaterra, tuvo diversos alcances, pero pocas ciudades, llegaron a un desarrollo tan alto y completo como Bahía Blanca. Ustedes están recorriendo la ruta de los ferrocarriles. Si Argentina fue el "Granero del Mundo", Bahía Blanca fue el "silo más importante". Lo que van a ver es testimonio viviente de un país en crecimiento, es la verdadera "América" que criollos e inmigrantes construyeron: la del sudor, del trabajo, de las dificultades y del progreso, tendrán que viajar mucho, tal vez a otro país o continente, para ver un patrimonio como el que deseamos mostrarle. Esperamos que lo disfruten.

LLEGADA DEL FERROCARRIL A BAHÍA BLANCA:
En 1.884 llega el ferrocarril a Bahía Blanca, la traza fue encomendada al ingeniero Gordon y la dirección de la obra al ingeniero Ware. Los trabajos fueron iniciados simultáneamente desde Azul y Bahía Blanca. En el puerto se había construido un muelle provisorio para desembarcar los materiales traídos desde Inglaterra. En abril de aquel año llegaba el ferrocarril a Bahía Blanca. Estaban presentes Mr. Frank Parish, presidente del directorio del Ferrocarril Sur, y Mr. Barrer, secretario del mismo, ambos llegados especialmente desde Inglaterra para el acontecimiento. Además estuvieron presentes, también por parte de la empresa, los directores Santamaría, Coghlan, Heile, y Rover, como también el presidente de la Comisión local, Mr. Moore.
Exactamente a las 6:05 de la tarde de aquel viernes 25 de abril el convoy superó la curva que le imponía el Bañado de Jiménez (actual Parque de Mayo) y ante el júbilo clamoroso y emocionado del pueblo, aquella locomotora engalanada con banderas y el escudo nacional, se acercaba envuelta en la niebla producida por el vapor. Las casi mil personas que aguardaron con gran ansiedad la llegada del convoy no pudieron ocultar su desencanto cuando este no se detuvo y siguió hasta el puerto. Tras la consternación general, se recibió un mensaje firmado por el gobernador Dr. Rocha, quien disculpándose por el hecho, explicaba las órdenes de los maquinistas, y enviaba una locomotora destinada a trasladar a los destacados vecinos.

CARACTERÍSTICAS DE LA PRIMER ESTACIÓN:
El primer edificio para la estación de ferrocarril del Sud fue construido en 1.883 - El Ferrocarril llega en 1.884 -, presentaba la característica típica de las estaciones, es decir, un edificio alargado, ubicado en forma paralela a las vías, construido en ladrillo visto y su techo era de tejas "francesas". Sus dimensiones eran muy importantes considerando la época, se destacaba el amplio andén cubierto, las chimeneas, un reloj sobre el frente propiamente dicho (el que daba al pueblo) debajo del cual una inscripción en piedra rezaba la fecha de construcción: "1.883". los relojes fueron algo significativo y siempre presentes en las estaciones ferroviarias, símbolo de la puntualidad y el deber, podemos encontrarlos en varios edificios, el tamaño y características de cada reloj iba asociado al tipo de estación; así las principales albergan relojes de madera lustrada y de gran porte, mientras que las estaciones intermedias tienen medidas estandarizadas y llevaban colores identificatorios con las líneas.
Si bien dicha estación ha sido reemplazada por la actual, aquí podemos encontrar todavía los viejos talleres que datan de la primera época de los ferrocarriles. Ustedes pueden observar sobre el lateral izquierdo la fecha de construcción (1.883), en los últimos tramos podemos ver todavía los tejados originales, con sus tejas "francesas" traídas por lo general, directamente de Europa. Al paso del frente, miren los desagües, de fundición de hierro, en los cuales podemos ver claramente las inscripciones "FCS 1.883". También desde aquí es posible ver las casas de empleados que datan de la misma época.

LAS EMPRESAS DE FERROCARRIL EN BAHÍA BLANCA:
En nuestra ciudad se radicaron distintas empresas de ferrocarril. En 1.884 comienza a funcionar el Ferrocarril Gran Sud; en 1.888 la compañía Bahía Blanca al Noroeste y continúa con sus trabajos.
Finalmente en 1.923 llega la línea Rosario Puerto Belgrano. De las empresas mencionadas las tres primeras pertenecían a los ingleses, y la última a compañías francesas. En 1.992 la empresa Ferrocarril del Sud adquiere las propiedades del B.A.P. desde Bahía Blanca, incluso todas las empresas subsidiarias.
Las distintas empresas adquirieron localizaciones diferenciadas, buscando preferentemente ubicándose en la periferia de la ciudad. Junto a los edificios de las estaciones se realizaron construcciones para los talleres, depósitos, barracas, distintas industrias, usinas de electricidad, de gas, puentes, casas de personal, clubes y distintas obras de infraestructura propia como se calles adoquinadas, playas de carga y descarga, y un vasto sistema de comunicaciones por vías con diversas señalizaciones.
El Ferrocarril del Sud ha tenido una labor trascendental en el desarrollo de la ciudad, no solo por ser el primero en llegar, sino que sumó a su gran estación de pasajeros y núcleo de barracas, la realización del puerto más importante de la bahía: Ingeniero White, en el cual, además de las distintas construcciones de muelles, se realizaron obras como la Usina del Puerto, la playa de maniobras y los elevadores de chapa - actualmente reemplazados -.
Sin embargo, ha sido la empresa del B.B.N.O. y luego B.A.P., la que realizó más obras vinculadas al crecimiento de la ciudad. El Mercado de Concentración de Lanas, Frutos y Cueros "Victoria" le otorgó, sin duda, gran relevancia en los movimientos comerciales, como también los elevadores de Galván, pero también ha sido la responsable de los servicios de tranvías, agua, luz y gas. La Compañía de Gas de Villa Rosas y la Usina de Loma Paraguaya - hoy desaparecida - son testigos de la envergadura de lo realizado.

MERCADO DE CONCENTRACIÓN DE LANAS, FRUTOS Y CUEROS "VICTORIA":
El Mercado Victoria comenzó a ser edificado el 30 de octubre de 1.897 por la empresa B.B.N.O. y fue ensanchado sucesivamente a medida que lo exigía el ritmo creciente de sus operaciones. Las nuevas instalaciones favorecían a los productores porque encontraban sitio para depositar sus productos sin la urgencia de comercializarlos inmediatamente, y a los consignatarios porque el centralizar la mercadería les permitía tener control sobre todas las operaciones que se llevaban a cabo sin tener que recorrer grandes extensiones.
La época de la esquila reunía en la ciudad numerosos comparadores de lana, fundamentalmente franceses, aunque también estaban los alemanes, ingleses y norteamericanos. A dicha persona que venía a Bahía Blanca para realizar las operaciones y que concluidas estas se marchaban, tomaban su objetivo, y se marchaban. Los llamados langosteros, formados por clasificadores y compradores de lana, se unieron en una sociedad humorística denominada "La Langosta", entre cuyas actividades principales se encontraba la realización de una fiesta en el día de San Blas, patrono de los laneros.
El conjunto, cubre una extensión de ocho hectáreas que son prolongación de una zona comprendida por la estación Bahía Blanca al Noroeste. Los edificios para el acopio se fueron construyendo entre 1.897 y 1.907, llegando a totalizar más de 35.000 m2. Todas las instalaciones se encontraban servidas por veinte desvíos del ferrocarril con capacidad para seiscientos vagones. Es de imaginar que dicha superficie alcanzaba para almacenar tal cantidad de frutos, cereales, lana y cueros como para cubrir las necesidades de la zona muy satisfactoriamente.
Por sus características, el Mercado "Victoria" fue el más importante de su especie en América del Sur. Los productos provenían principalmente de las líneas del Sur y del Oeste del país, llegando incluso al almacenamiento de vinos procedentes de Mendoza, para luego ser exportados por Galván.
Los constructores, José Rión y Ernesto Botonelli, son quienes realizan gran parte de las labores de la empresa Ferrocarril Buenos Aires al Pacífico, y seguramente han intervenido en las obras del Mercado Victoria.
Los galpones se disponen en forma alargada y paralela a las vías, formando grandes avenidas centrales por donde circulaban carruajes y vehículos. En sus materiales dominan las paredes de ladrillo visto, y los techos de hierro y chapa. Los interiores son iluminados por lucarnas de vidrio que dejan pasar una gran cantidad de luz. En la estructura interna se ven los importantes perfiles sobre los que se apoyan las cabriadas. Los ambientes son totalmente libres con distintas salidas hacia las avenidas por las que llegaba la mercadería en carruajes, y otra hacia la plaza en la que operaban los distintos vagones.
La ornamentación se encontraba reducida al mínimo y se constituía principalmente por algunas molduras realizadas con el mismo ladrillo, o frisos en donde se localizaban las inscripciones como la de "Mercado de Frutos Victoria" o la fecha de construcción.
Posteriormente, con la intención de realizar el pabellón principal, se han colocado a ambos lados del acceso dos esculturas de leones.

USINA DEL BAP EN BRICKMAN Y DONADO:
Hacia fines de 1.907 el Ferrocarril Buenos Aires al Pacífico contrató una compañía extranjera para construir un nuevo edificio de usina eléctrica. Estaba destinado a prestar la energía necesaria para el alumbrado público y particular, el servicio de tranvías, y los guinches elevadores de Puerto Galván. La energía era producida en principio, por tres turbinas, una de 500 Kilowatts y dos de 250 Kw. De esta época datan los diversos transformadores que se encuentran ubicados en distintas esquivas, por gran parte de la ciudad, y que solemos confundir con buzones.
El edificio fue ejecutado por el constructor local José Rión. Es significativo ver el tratamiento de sus paredes, con diversos ornamentos como la cornisa y arcos que le otorgan mayor jerarquía al edificio. Ello nos habla de la importancia de esta actividad por aquella época, y es seguro el cambio producido en la población con la generación de energía, principalmente en lo referido al alumbrado público.
Vemos también en los tímpanos de los dos volúmenes un interesante juego decorativo realizado con trabas de ladrillo. Cuando las necesidades determinaron que se necesitaba una usina de mayor tamaño - y se realizó la impresionante obra de Loma Paraguaya -, el edificio cambió de destino y en algún momento, dicha chimenea fue derribada. Durante mucho tiempo, funcionó aquí un taller de rieles.

CONJUNTO DE CASAS EN BRICKMAN:
Hacia principios de siglo los alrededores del Mercado Victoria constituían una de las zonas de la ciudad donde más se construía. Dentro de las obras más destacables debemos resaltar este conjunto de viviendas de los empleados que prestaban servicios en ella. La construcción estuvo a cargo del contratista local José Rión y consistió en trece edificios, de los cuales nueve estaban terminados hacia mediados de 1.908. La extensión del conjunto abarca dos cuadras, desde Donado a Colón; cada edificio se compone de cuatro departamentos, dos en planta baja y dos en planta alta, con tres habitaciones, cuarto de baño y cocina, lo que da un total de 52 cómodas viviendas.
El ladrillo visto, los techos con pendiente y las chimeneas de ladrillo, siguen siendo los elementos típicos de esta arquitectura que por su armonía es reconocida como "Barrio Inglés" o "Nueva Liverpool".
La suave pendiente de la calle y el ritmo pausado de las chimeneas hacen de éste un paisaje significativo dentro de la ciudad.

CAMINO AL PUERTO DE INGENIERO WHITE:
Desde la misma fundación de Bahía Blanca, el transporte de mercadería entre el puerto y la ciudad constituyó un verdadero problema. A pesar de que la distancia recorrida es de solo 7 Km. y medio, ella debía ser realizada en gran parte por terrenos bajos e inundables a la menor lluvia. El crecimiento del puerto desde la llegada del ferrocarril y los volúmenes de exportación realizados a partir de 1.900, hicieron que se convierta en un tema preponderante.
En 1.912 las autoridades propusieron realizar las obras, pero los distintos intereses creados opinaban sobre diferentes trazas, con el único objeto de valorizar terrenos propios. El entonces intendente Municipal, Dr. Valentín Vergara, tramitaba créditos frente al gobierno provincial, aunque con ciertas dificultades. Fue entonces cuando el señor Arturo Coleman, en representación del Ferrocarril del Sud, le acerca una nueva propuesta al Intendente para un camino rápido y seguro al puerto de Ingeniero White. El nuevo trazado - el que estamos recorriendo - cruzaba en un 90 % por terrenos del FGS y la empresa se comprometía a donar la tierra necesaria y pagar el costo de la pavimentación en toda la extensión de su propiedad. Por supuesto esta propuesta beneficiaba mucho al Municipio ya que la inversión de la comuna fue mucho menor.
El Honorable Concejo Deliberante estableció que el ancho del camino que va desde la Avenida Colón hasta su enlace con la calle Guillermo Torres sería de 25 metros. La empresa Reid y Cía. obtuvo el contrato de la obra. Para la misma se trajeron más de tres millones de adoquines de Tandil.

ESTACIÓN SPURR:
La estación Supr. Es sin duda uno de los mejores ejemplos de estaciones intermedias que existen en la provincia de Buenos Aires. Al edificio predominantemente alargado podemos describirle sus dos caras. La primera, la del pueblo, se abre hacia un intento de plaza en donde destacan las palmeras como parte del paisaje arquitectónico. La segunda, la de las vías, arma como si fuera un "patio", un sitio que es atravesado por las vías del ferrocarril entre la estación Bahía Blanca e Ingeniero White del F.C.S.
El edificio se compone de distintas oficinas, la sala de espera y la casa del encargado de la estación. Sus muros de revoque presentan los listones de madera, los zócalos, los marcos y los recuadros de las aberturas pintados con el clásico celeste que identificaba principalmente a los edificios de esta categoría. El techo está realizado en teja francesa, las cuales eran traídas generalmente desde Francia en los barcos que venían a buscar cereales.
Sobre las vías al andén es cubierto con un techo a dos aguas y cabriadas de hierro. El asiento y la campana eran los complementos necesarios de este sitio, más allá distinguimos una pequeña construcción que albergaba los baños, hacia el otro lado, un puente de hierro nos comunica con la otra vía. Al caminar por él, podemos observar todavía los pasamanos de madera y las farolas en los descansos. En la otra vía, el refugio de pasajeros viene a completar el ambiente de la estación, que por sus características, guarda condiciones de único.

EX ADUANA Y MUSEO DEL PUERTO:
En este edificio funcionó la Aduana del Puerto. Parte de la construcción data de 1.907, aunque posiblemente tenga sectores más antiguos. La Aduana comenzó a funcionar en precarias casillas de madera, desde los orígenes del primer muelle hasta 1.885 en que se trasladó a un edificio similar a este aunque de características más modestas.
El edificio está realizado en chapa y madera, y apoyado en pilotes, con lo que sigue tipologías constructivas de otras obras del puerto.
Hace unos años ha sido restaurado por el Servicio Nacional de Arquitectura y, a partir de entonces se instaló allí el Museo del Puerto, cuya coordinación general está a cargo del arquitecto Reynaldo Merlino y un dinámico equipo de colaboradores.

USINA DEL PUERTO:
Hacia 1.908 finalizaban los trabajos para la construcción de una nueva usina en el Puerto de Ingeniero White. La misma fue encomendada a una empresa extranjera por el Ferrocarril del Sud, para abastecer de fuerza eléctrica a los elevadores de granos, guinches, aserraderos, etc. La obra estuvo a cargo del constructor local José Rión, bajo la dirección del Ingeniero Alberto Pringles, quien tuvo a cargo diversas obras relevantes en el puerto como la construcción de los elevadores de chapa.
El edificio presenta características excepcionales, no sólo por sus dimensiones, sino por sus características estéticas y funcionales. En cuanto a las primeras, posee tres mil metros cuadrados de superficie útil, se eleva catorce metros sobre el terreno (casi cinco pisos modernos), sus paredes tienen un espesor de un metro, los cimientos fueron realizados en hormigón a una profundidad de 8 metros, y su chimenea se eleva cincuenta metros, siendo por entonces, uno de los puntos más altos de la ciudad.
Los volúmenes de sus galpones contrastan con la esbeltez de la chimenea, al valor propio del ladrillo se le suman distintas ornamentaciones como los arcos de las ventanas que le dan al edificio mejores terminaciones y mayor jerarquía.

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